lunes, 27 de agosto de 2012

River no logra edificar una fortaleza en El Monumental

En la vuelta a la primera división cosechó un punto de seis en su casa; al equipo se lo advierte más suelto como visitante

La impaciencia del público enseña las dificultades que se le presentan al equipo para marcar diferencias. El pedido frenético por imponer condiciones ante los rivales empuja a los futbolistas al desorden, a apartarse del libreto que se traza desde el cuerpo técnico para doblegar al oponente de turno. La problemática no es nueva, porque el Monumental, ese sitio donde River a lo largo de su rica historia apabulló a los visitantes, se transformó en un pequeño trastorno para los millonarios.
El regreso a la primera lo muestra así, porque aunque apenas disputó dos juegos, en ninguno sumó los tres puntos. Todavía no pudo hacerse fuerte, construir su fortaleza. Anoche, en un flojo partido, de escaso vuelo técnico, en el que repitió los errores que lo persiguen desde hace un tiempo, en pocos pasajes logró superar a San Lorenzo, un equipo que se acomodó para no pasar sobresaltos.
El empate sin goles demuestra que el lugar donde tantas veces River se coronó en los torneos locales y también en los certámenes internacionales, ya no hace temblar a los rivales. Peor aún, le quita frescura y precisión a los futbolistas, los entumece, se empequeñecen figuras de jerarquía. El conjunto se obnubila y queda atrapado en el entramado que le presentan los sistemas cerrados, en el que los espacios son menores y la precisión es tan importante como el aliento que baja desde las tribunas. El Ciclón, avaro para el espectáculo, lo hizo caer en la trampa; en el debut en el torneo, fue Belgrano, de Córdoba, esa especie de bestia negra para los de Núñez en los últimos años, el que lo hizo trastabillar y lo desnudó por completo al derrotarlo por 2-1.
El camino recién empieza a desandarse, pero quienes pretenden perfilarse como candidatos a pelear por el título tienden a robustecer sus campañas en su cancha, frente a su gente. Así lo hizo River para gestar el regreso a la primera, tras esa mancha histórica que significó el descenso a la B Nacional. Entonces, los resultados acompañaron -en el Monumental sólo cayó frente a Atlético Tucumán-, pero las urgencias que evidenció y que hicieron de aquel campeonato un torneo angustiante para los jugadores, el cuerpo técnico, los dirigentes y los hinchas, se repiten ahora.
Tras la consagración, el mensaje fue que la pesada mochila que significaba lograr el ascenso era una cuestión del pasado, que había desaparecido tras la vuelta olímpica en el encuentro ante Almirante Brown. Sin embargo, con el equipo otra vez en la elite, no lo refleja como lo pintaron. Mucho menos, desde los números, aunque el DT Almeyda ensayó una prédica optimista: "Volvimos a la primera y todavía no pudimos ganar de local. Con Belgrano dejamos pasar una buena oportunidad, pero si lo comparo con el partido ante San Lorenzo creo que hoy mejoramos".
El cambio de categoría significa también un cambio en el oficio y en la calidad de los rivales. En el Monumental, en la B Nacional, River, con delanteros de la talla de Trezeguet, Cavenaghi, Domínguez, en una pequeña distracción, le hacían pagar ese error a sus rivales. Le sucedió a Boca Unidos, en un juego infartante, cuando los últimos capítulos no dejaban espacio para los tropiezos. Otra víctima fue Gimnasia, de Jujuy, que como la mayoría de los equipos de la división que visitaron Núñez, cerraban filas y aguantaban en la puerta de su área. También Instituto, que fue vapuleado futbolísticamente por River, lo hizo trabajar más de la cuenta para que se disfrute del éxito. Un caso aparte fue Guillermo Brown, de Puerto Madryn, el equipo que le ahogó un festejo en una tarde en la que las falencias para asegurar un resultado y la impericia para definir, desataron una tormenta.
No se movió demasiado la aguja en cuanto a las virtudes y los errores que ofrece la nueva versión de River, un equipo que en cuatro jornadas demostró moverse con mayor soltura y lucidez cuando debió salir del Monumental. Apenas una unidad sobre seis en juego indican las estadísticas; en el nivel de juego, no le fue mucho mejor. Las dos caras lo persiguen: ataca, pero pocas veces lastima; retrocede mal y el sector izquierdo de la zaga no le brinda seguridad.

"PARECIDO A LOS DE LA B NACIONAL"

Almeyda y el planteo de Caruso Lombardi 
Se cuidó todo el tiempo en aclarar que no estaba dispuesto a opinar sobre el técnico rival, Ricardo Caruso Lombardi, pero en cuanto pudo, Matías Almeyda envió un claro mensaje a su colega, especialmente cuando se refirió al planteo que llevó adelante San Lorenzo en el Monumental.
"Por la táctica de ellos, debo decir que fue parecida a la que hacen los equipos de la B Nacional. Esperaban un contragolpe y en el primer tiempo logró uno que terminó en el travesaño. Insistimos por afuera y necesitábamos más movilidad para romper la línea de seis defensores que nos pusieron enfrente. Fue un partido cerrado, muy parecido a los de la B Nacional y el rival se paró más atrás de lo normal".
Almeyda fue contundente al asegurar que la táctica de San Lorenzo fue muy diferente de la que enfrentó en la fecha anterior, ante Tigre. "En Victoria nos salieron a jugar de igual a igual, hoy fue muy cerrado. El rival proponía otra cosa, tratamos de llegar con centros y patear de media distancia. El balance, más allá del empate lo considero positivo; rescato la entrega de los jugadores de River y la manera de insistir. El planteo era ése. La manera en que San Lorenzo nos podía lastimar era con Buffarini por afuera, pero después apareció como doble 5 y eso nos benefició, pero lamentablemente Lanzini no pudo marcar diferencia ni encontró su lugar".
"Creo que hasta ahora el balance es bueno. Ante San Lorenzo merecimos ganar, más allá de que no tuvimos chances muy claras, pero no salimos a especular. Salimos a buscar por todos los medios los tres puntos", subrayó el entrenador millonario. Y agregó: "Son esos partidos que si no hacés un gol se hacen cerrados y en la medida que pasan los minutos se complican. Se nos escapó el triunfo. River salió a buscar los tres puntos, no a especular".

DIXIT

  • "La verdad es que nos faltó un poco de claridad para poder resolver el partido, pero hicimos las cosas bien. Entiendo que estamos por el camino correcto y que tenemos que seguir de esta manera"
  • "Fuimos superiores contra un equipo que vino a buscar un empate y lo consiguió. Es difícil cuando se meten atrás, pero nosotros somos un grupo que intenta jugar al fútbol"
LEONARDO PONZIO
Gol, solamente, convirtió River hasta aquí en su casa, desde que volvió a Primera: lo anotó Lanzini, en la 1era fecha, frente a Belgrano; en ese partido contra los cordobeses, además, Rogelio Funes Mori desperdició un penal.

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